EL PALACIO DEL INFANTE D. LUIS ABRE SUS PUERTAS AL GRAN BELÉN GOYESCO Y A LA NATIVIDAD, JOYAS NAVIDEÑAS VISITABLES HASTA EL 3 DE ENERO

Redacción Boadilla – La Navidad se ha instalado de lleno en el Palacio del Infante D. Luis. Visitantes y vecinos pueden recorrer el gran Belén goyesco y la Natividad, dos de las propuestas más esperadas del calendario navideño en Boadilla del Monte, que permanecerán abiertas al público hasta el próximo 3 de enero.

Las piezas —cuidadas, expresivas y llenas de guiños históricos— ocupan dos espacios con un encanto especial: la Sala de Música, que alberga el Belén goyesco, y la Capilla, donde se expone la Natividad. La entrada es gratuita y el acceso se mantiene hasta completar aforo.

El horario de visita será de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 19:30 horas. Como excepción, el 24 de diciembre abrirá únicamente por la mañana, de 11:00 a 14:00 horas. Los días 25 y 31 de diciembre y 1 de enero permanecerá cerrado.

Un Belén único que rinde homenaje a la historia local

Con sus 50 metros cuadrados de extensión, el Belén goyesco vuelve a sorprender por su capacidad para recrear escenas costumbristas, recuperar personajes de época y transportar al visitante a los tiempos en los que el Infante residió en el Palacio. La Asociación Belenista de Boadilla ha sido la encargada del montaje, en el que conviven figuras de factura napolitana, representaciones de cuadros de Goya y reproducciones de rincones emblemáticos del municipio.

Es un conjunto lleno de vida: pequeños detalles, luces que acompañan los escenarios y escenas que parecen detenerse en el tiempo para invitar al visitante a observarlas con calma. Cada elemento evoca una tradición, una memoria o un gesto cotidiano de aquella época.

El Buzón Real ya espera las cartas

Además, hasta el 4 de enero, los niños pueden depositar sus cartas en el Buzón de los Reyes Magos, instalado también en el Palacio y con el mismo horario de apertura que las visitas al Belén.

Para muchas familias, es uno de los rituales más especiales de estas fechas: un momento sencillo pero cargado de ilusión, que convierte el Palacio en un lugar de encuentro donde se mezclan tradición, expectativas y la magia propia de la Navidad.