BOADILLA APRUEBA OTRA SUBIDA DE IMPUESTOS: LA PLUSVALÍA GOLPEA DE NUEVO A LOS VECINOS

17-10-2025 1:58 p.m.

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Redacción Boadilla IN – La tensión en el Pleno municipal se sintió desde los primeros minutos. Los debates no tardaron en convertirse en un reflejo de la complejidad de la política local: esta vez, el foco estuvo en la subida del impuesto de plusvalía. El PP, acompañado por los votos del PSOE y Más Madrid, decidió adoptar los coeficientes máximos que el gobierno de Sánchez permite para calcular este impuesto. Una medida que, según denuncian voces críticas, impactará directamente en los bolsillos de los vecinos cuando decidan vender sus propiedades.

No se trata de una medida aislada. Hace apenas un par de años, los mismos partidos llevaron el Impuesto de obras al máximo legal. Ahora, la presión fiscal se traslada a un nuevo terreno, dejando a muchas familias con la sensación de que la carga económica crece sin pausa.

Juan Pineda, portavoz de VOX en Boadilla, no escondió su desacuerdo: “Esta decisión demuestra, una vez más, que los grandes partidos comparten la misma línea de actuación cuando se trata de aumentar la presión fiscal sobre los ciudadanos. Mientras las familias siguen enfrentando una situación económica complicada, el Ayuntamiento elige seguir recaudando más en lugar de reducir el gasto político o mejorar la gestión”.

Pineda subrayó que los coeficientes adoptados son los máximos permitidos, aunque no obligatorios, y lamentó que el PP haya decidido aplicarlos con el único objetivo de aumentar la recaudación. “Parece que no les vale con los 4,5 millones de euros que van a sacar del bolsillo de los vecinos con el sablazo de la tasa de basuras”, añadió, con un tono que reflejaba frustración y preocupación por los efectos sobre la economía doméstica.

VOX reafirma su compromiso con una política fiscal distinta, basada en la eficiencia y la responsabilidad: “Cada euro debe quedarse en el bolsillo de quien lo gana. Subir impuestos no es la solución: es el síntoma de una mala gestión. Nosotros seguiremos defendiendo que los vecinos dispongan de más recursos y que la gestión municipal se oriente hacia la reducción de cargas innecesarias”, concluyó Pineda.

Entre los vecinos, el debate no deja indiferente. Algunos expresan preocupación por el futuro de sus finanzas personales, mientras que otros muestran resignación ante lo que consideran un patrón repetitivo: cada cierto tiempo, nuevas tasas y mayores cargas llegan sin cambios perceptibles en la gestión del Ayuntamiento. La sensación de impotencia se mezcla con la curiosidad por saber cómo evolucionarán las políticas fiscales en los próximos meses.

El aumento de la plusvalía no solo afecta a quienes planean vender sus viviendas; también plantea preguntas sobre la sostenibilidad del modelo tributario local y la capacidad del consistorio para equilibrar la recaudación con la calidad de vida de sus ciudadanos. Con esta decisión, Boadilla vuelve a poner sobre la mesa un debate que trasciende el Pleno: la delgada línea entre la gestión eficiente de recursos públicos y la presión sobre las familias que día a día construyen su vida en el municipio.